Creo que hay deudas que no se pueden saldar en privado. Hay agradecimientos tan inmensos que exigen ser proclamados, para que el mundo entero entienda la magnitud de un milagro. Por eso, no me queda más remedio que dar las gracias a una persona como se las merece, como quiero y como debo dárselas: públicamente. Este es mi reconocimiento por lo que hizo por mí.

Y para que se entienda la dimensión de esta gratitud, debo empezar por el principio. Por un silencio oscuro.

El silencio de marzo de 2024 era absoluto. No era paz, era ausencia. Un vacío helado donde la muerte me miró a los ojos, prometiendo borrar no solo mi voz, sino mi esencia. Y fue en ese silencio final donde irrumpió la vida, con el eco de unos pasos que habían recorrido 400 kilómetros. Mi madre, Cintia, no solo me devolvió el renacer; me devolvió la posibilidad de que mi propia voz volviera a mí.

Desde entonces, me pregunto cómo usar esa voz renacida para agradecer lo inexpresable. Y la respuesta, como siempre, estaba en sus manos. La he observado toda mi vida tejiendo y elaborando con sus manos verdaderas obras de arte. Es una artesana, una creadora cuyo legado se cose puntada a puntada. Sus muñecas, preciosos broches hechos a mano, no son solo adornos; son confidentes silenciosas que se aferran a la solapa, un ancla de cariño en un mundo caótico. Son un universo de ternura, un hilo de amor que protege y acompaña.

Fue entonces cuando lo entendí. No podía responder a su milagro con una palabra, sino con un acto de creación; un diálogo entre dos artesanos. Si ella teje vida en el silencio, yo debía romper el silencio de esa vida. Decidí usar mis herramientas, la escritura y la música, para darle voz a una de sus obras, para que una de sus creaciones pudiera cantar. Elegí una de sus flamencas, de su colección "Muñeca de Andalucía", y le compuse un alma en forma de canción. Un tema interpretado por una artista maravillosa, donde la propia muñeca canta haciendo cariñosas referenciad a Cintia. Pero la voz que le he dado a esta muñeca no canta solo mi gratitud. Canta con el eco de todas las almas que alguna vez encontraron consuelo en sus creaciones. Es un agradecimiento universal, el de todas las personas que han tenido la suerte de llevar consigo un trozo de su magia, el hilo de amor que mi madre teje en cada una de ellas.

El próximo 20 de junio, este blog inaugurará una nueva sección llamada "Muñeca de Andalucía", y con ella, el lanzamiento de la canción y muchísimo material de videos y canciones que estoy preparando. Es mi forma de que el mundo escuche no solo mi gratitud, sino el eco del amor silencioso que mi madre pone en todo lo que crea; un amor que, a través de sus muñecas, se vuelve tangible y se puede llevar cerca del corazón. Es la canción que nació del silencio, para celebrar la voz que me devolvió la vida y para honrar el legado de las manos que me salvaron.

Samuel Verlaine.