TikTok es el lugar donde vuestro cariño se ha vuelto un océano. Es un torrente de afecto tan inmenso que a veces me siento impotente, deseando que los días tuvieran más horas para poder devolveros siquiera una gota de todo el amor que me regaláis. En esta plataforma, mi alma se despliega en sus dos mitades: la risa y la lágrima. Encontraréis vídeos donde la alegría es un acto de rebeldía y otros donde la vulnerabilidad es un espejo, un reflejo de esa lucha diaria que tantos compartimos, buscando la fuerza para cargar con un día más o la valentía para, simplemente, disfrutarlo. Es el latido más puro y real de mi día a día.

Instagram es el mapa de mi mundo, el lugar donde todas las piezas de mi historia encuentran su lugar. Aquí, el contenido se diversifica y profundiza. En los Reels, encontrarás la misma energía que en TikTok, pero también te invito a detenerte en las fotografías, que son las ventanas silenciosas a momentos más íntimos. Y sobre todo, te invito a nuestro nuevo refugio: el Canal de Difusión. Un espacio más cercano donde, a través de mi propia voz en breves audios, compartiré los nuevos proyectos y los destellos de ilusión que nos mantendrán conectados en este viaje. Es el mosaico completo de mi alma.